Hace días que sueño con una realidad distinta que manifieste otra forma de vivir, pero el descontento expande su fuerza hasta en la más escondida ilusión de un niño. Hace días, demasiados, que la realidad es distinta a la que sueño, que incomprensible aparece, y como la justifico hasta en lo injustificable. Hace días, por no decir más tiempo atrás, que lo sensible, forma parte de un anexo que perdí entre las llamas de una hoguera ambiciosa y sin escrúpulos. Hace días, y porqué no decir más tiempo, que el ciclo de lo absurdo, me ha atrapado en la inercia de repetir, siempre los mismos sitios, los mismos cuentos, las mismas caras, ¡y por qué no! los mismos sueños. No se cuánto tiempo, pero hace días que no encuentro preguntas, que no encuentro respuestas, que no busco preguntas, que no busco respuestas. Hace días y no sé cuánto tiempo.