Llevo diecisiete años,(quizás sean muchos más, porque los días se suceden unos a otros imitándose) dependiendo de los demás en todo; dedican su tiempo,¡digo su tiempo! su vida entregados a cada "movimiento" que hago o necesito. Por cierto, mis brazos y mis piernas ya perdieron toda iniciativa, y solamente, se despiertan cuando los ejercicios rutinarios de cada día, los impulsan a una danza ilusoria; no es mi cerebro el que los anima a moverse, bueno los alentó durante años, semanas y días, con un esfuerzo que yo consideraba sobrehumano, pero siempre la misma respuesta: inmovilidad . No niego que pueda ser emocionante para algunos el nutrirse únicamente de vida interior e intentar vivir como sea, con tal de vivir. Estoy cansado de asistir a un entorno que cambia constantemente, mientras permanezco como un vegetal que se consume, enraizado al barco de mis recuerdos. Estoy cansado de que los demás traten de ponerse en mi lugar, cuando es imposible ponerse en el lugar de alguie